"Desafortunadamente, una oveja de un año no fue capaz de parir y tuve que ayudarla separando a la cría. Me quedé muy sorprendido cuando vi un tercer ojo en la nuca y ocho patas", dijo el ganadero Kuandik Bekitaev a la agencia Interfax.
El ganadero considera que la oveja tenía que tener gemelos, pero en realidad terminó pariendo a un cordero mutante por la contaminación del lugar generada por una fábrica que estaba cerca de la zona donde pastaba la madre.
Todavía no sabe qué hará con el cordero. Tiene en mente embalsamarlo o enterrarlo.
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